Un lugar para quedarme

Un día cualquiera, un momento «oportuno», abro la aplicación de Facebook en mi móvil y… «La troika va a hacer que Tsipras se trague sus palabras…», «La violencia obstétrica sigue siendo una realidad cotidiana para…», «Lesboterroristas reciben amenazas de…», «La fundación Franco amenaza con…» (hay una fundación Franco!!!? 😱), «La trata humana…», «La explotación infantil…», el acoso callejero, el desperdicio de comida frente a la pobreza extrema, la violencia contra las mujeres, los recortes en salud, el maltrato animal, el Chapo Guzmán, las personas desaparecidas, el sistema educativo, el sexismo, la homofobia, las muertes por vacunas… Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!! Ayudaaaaaaaaa!!

Me siento hastiada. Entre la información y la energía de los electrónicos, siento una especie de temblores físicos y mentales!

Por favor, necesito hacer algo para desconectar de todo eso, lo necesito urgentemente!

Qué suerte, cuento con la mejor ayuda!

-Mamá, mira, Alex (león imaginario) está molestando a Marty (cebra imaginaria)!

-Alex, no te pases, intenta ser más respetuoso, deja que Marty se bañe tranquilamente!

-Mamá, no encuentro al lémur bebé (también imaginario), dónde de habrá metido?

-No lo sé, tal vez no quiere bañarse.

-Mira, lo he encontrado, estaba debajo de este libro!

-Ay, bebé travieso! Vamos a bañarte, anda!

-Señora Fishead (yo, en mi personaje de tigresa)! Voy a traer algo de comer, voy a pescar!

-Muy bien Sr. Fishead, ten cuidado!

-Mira, Sra. Fishead, he traído un pescado enorme!!

-Wow! Déjame ayudarte! Oh, está pesadísimo, qué es esto? Un tiburón?!

-Síii!

-Perfecto! Voy a preparar una rica sopa de tiburón, entonces!

Mira, ven a probar qué rica me ha quedado!

-Yo Igy!

-Sí, tú eres Bilgy (hijo de Sra. y Sr. Fishead)!

-Yo opa ón.

-Tú quieres sopa de tiburón?

-Sí, opa ón.

-Aquí tienes, pruébala. Cómo me ha quedado? Te gusta?

-Ico opa! Mmmm, ishus!

-Sí, rico! Delicious!

Confieso que a ratos me dan hartas ganas de quedarme en su mundo. 

Permanentemente.

Algo así como contenta


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Hoy medité con danza, así me lo pidió el cuerpo. Y el alma.

Música suave acompañando un mantra espectacular y abrazadoramente entonado por Snatam Kaur: Dhan Dhan Ram Das Guru.

Un agradable y gentil reencuentro con mi ser corporal va aconteciendo: respiración consciente, movimientos espontáneos, suaves, cortos y alargados se van manifestando a través de mí.

Me balanceo suavemente al ritmo de la música que ya se encuentra en todos los poros de mi cuerpo y continúo así por varios minutos.

Después detengo la música y me acomodo en una silla para observar mi respiración, para permitirme un momento de, simplemente, ESTAR. Y me observo. Me siento contenta, como… Como contenta!

(Diálogo interno:) 

– Oh! Es un poco raro.

-Raro?!

– Sí, como… Como si no tuviera derecho de sentirme contenta.

– ¿¿??

– Como si tuviera que vivir ligada a los dramas y desgracias que existen el mundo, segundo a segundo, en lamentación permanente: La tortura animal, la corrupción, la falta de amor, todo el trabajo que hay por hacer para mejorarme, para mejorar mi entorno…

– Shhhhh!! Soy consciente de todo ello pero, es eso un impedimento para sentirme contenta porque sí, porque así me siento? No es incluso un beneficio para tus metas, vibrar en esta energía?

………

– Va a ser que tienes razón, va a ser que tengo derecho a experimentarme también contenta. Tengo derecho de sentirme contenta. Tengo derecho a estar contenta! Así sin más, sin motivo aparente, por nada en especial. Por que es lo que hay.

El alimento de los dioses


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Hay algún alimento más universalmente conocido, aceptado y disfrutado que el delicioso chocolate, el xocolatl de los aztecas?

Proveniente del cacao, se dice que tiene propiedades nutritivas, medicinales y, desde luego, terapéuticas.

Su versatilidad permite crear con él lo mismo un delicioso mole que una tarta, champurrado, helado, golosinas y cualquier clase de delicias culinarias.
Y no hay que olvidar su creciente uso en la industria cosmética.

El 7 de julio se celebra el Día Internacional del Chocolate y me parece casi fabuloso, una delicia como esa debe tener su día especial, aunque sea un manjar de cada día.

Solamente que no estoy segura de que «el alimento de los dioses» sea un motivo de celebración para todxs; para lxs miles de niñxs africanxs que trabajan de sol a sol en las plantaciones de cacao, esclavizadxs (secuestradxs, vendidxs), sin acceso a la educación, sin más destino que vivir y morir cosechando la preciada semilla para beneficio ajeno, corriendo riesgos físicos por la naturaleza del trabajo y el abuso de sus «empleadores», seguro que no hay nada que celebrar.

Y aún así, Milka, Nestlé, Mars, Hershey’s, etc. (tantos etcéteras como indeseables tienen los bolsillos metidos en estas sucias triquiñuelas), siguen llenando nuestras despensas y nuestras barrigas con sus sabrosos productos. Llenamos nuestras bolsas de la compra con el dolor de todxs esxs niñxs, con abuso, con esclavitud, con injusticia. Y llegamos a casa y preparamos una bebida calientita de chocolate con un toque de sufrimiento, violencia e impotencia. Luego la bebemos y nos calentamos el cuerpo (y el alma) con toda esa energía. Salud! (¿?!)

Hagamos, a fuerza de consumo responsable, que nuestro Feliz Día del Chocolate, no sea el Infeliz Día a Día de miles de niñxs que viven una infancia que ni tú ni yo querríamos para nuestrxs hijxs, ni en esta, ni en cien mil vidas.

Me pongo en tu lugar

 

Sin duda hoy será un día digno de recordar para la historia de Grecia y Europa. No sé cuál será el resultado de su referéndum, pero sí sé que, desde que se ha anunciado, hay una sonrisa en mi rostro y siento una especie de satisfacción vengativa.

Las personas y «entidades» que suelen tomar el pelo a lxs ciudadanxs comunes, a la gente que se levanta de su cama para ir a trabajar y, con trabajos pagar, mes a mes, una hipoteca que no tiene fin, unos impuestos que no dan para resolver sus necesidades de salud o para ofrecerles sistemas educativos más allá de lo adoctrinantemente convencional, son ahora quienes duermen intranquilxs.

Somos siempre lxs mismxs quienes nos quebramos la cabeza pensando soluciones, pensando cómo hacer para evitar tanto abuso, haciendo cuentas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda a fin de encontrar la forma de cubrir las necesidades de nuestras familias día con día.

Nosotrxs nos angustiamos y «ellxs» se divierten, se burlan, viajan y despilfarran a expensas de los pueblos, firman tratados que no nos favorecen, se pasan la democracia por el arco del triunfo porque gobiernan para todxs, menos para la gente común. Es lo habitual, ellxs ríen mientras el pueblo vive en angustia permanente.

Esta semana, la vida ha querido que yo ría y ellxs se retuerzan intentando predecir el futuro de su posición de mandamás en un acto que, aparentemente, no tiene nada que ver conmigo: el referéndum griego.

Quién se divierte ahora? Cómo se siente estar del lado del que no duerme? Qué tal la sensación de incertidumbre respecto al futuro?

No podemos predecir las consecuencias de este memorable suceso, no sabemos los beneficios o prejuicios que traerá la decisión final del pueblo griego, ni siquiera sabemos lo que decidirán; ciertamente todo ello es aún un misterio pero, mientras tanto, nadie me quita mi sonrisa 🙂

 

Cuánto cabe en un comienzo?

En éste cabe alegría, ilusión y experimentos.

Trabajo, aprendizaje.

Ideas, ayuda, letras.

Deseos, juego, entusiasmo.

Catarsis. Cariño.

Preguntas.

Incertidumbre. Retos.

Gente, historias, anhelos, lugares.

Magia, luna, tesón.

En este comienzo hay ganas, hay inspiración.

Hay delirios y promesas.

Hay vida.

En este comienzo cabe más… 

Quepo yo.

Cabes tú.

Cabe un: Bienvenidx!