Prendas equivocadas

¡Que luego digan que hacen la ropa para nosotras! He comprado una camiseta de esas para llevar debajo de la blusa, sin probármela, porque me gustó mucho. Es cierto que la tela no era mi favorita porque siempre prefiero el algodón pero me pareció que tener alguna prenda brillante para variar, estaría también muy bien si era tan bonita y de un color tan requetechulo como el color magenta, bugambilia muy intenso.


La camiseta equivocadaLa camiseta equivocada

La camiseta equivocada

Pues lavé la camiseta, la guardé con el resto de mi ropa y hoy, finalmente, la quise estrenar… Y la he usado por 10 minutos, no más. ¡Qué opresión! ¡Los 10 minutos más asfixiantes desde que dejé al novio que tenía en mi época de universitaria! ¡Fue quitármela y volver a sentir el aire y mi sangre fluyendo por mi tórax y mi cuerpa entera!

Dice la información que la camiseta es talla grande pero cuando me la he puesto me ha quedado totalmente ajustada, es el tipo de tela, elástica, pero sigue siendo talla grande y yo siempre compro la chica, especialmente en esa tienda. Así que asumo que debo haber comprado (equivocadamente, desde luego) una camiseta de su línea «correctora». Sí, porque tienen una línea «correctora», ¡como si a nuestras cuerpas (porque esto a los «pobrecillos varones que también sufren en sus carnes el patriarcado», no se los hacen) hubiera que corregirles algo! Nos han cambiado los papeles y vendido la idea de que las equivocadas somos nosotras y no las prendas que nos ofrecen, de que los errores que hay que «corregir» están en nuestras cuerpas y no en sus prendas.

La industria de la moda es una de las más claras expresiones de una sociedad misógina y falocéntrica, ¡hasta la ropa que usan las mujeres ha de estar pensada para los varones!

Cuando me he deshecho de la dichosa camiseta y he vuelto a sentir-me, me he quedado reflexionando: Y todas esas mujeres que compran y usan voluntariamente (y con consciencia) ropa «correctora», ¿de cuánto oxígeno se están perdiendo? ¿De cuántas sensaciones? ¿De cuánta vida?

Publicado por Ana

Mujer, hija, esposa, madre, hermana, madrina, sobrina, amiga, aprendiz, caminante. Me encanta dibujar, cocinar, danzar, viajar, leer, cantar. Estreno ahora mi nueva faceta de bloggera con fines terapéuticos.

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